Vacuna de Esperanza
La vacunación en México comenzó en diciembre del 2020, dirigida al personal de primera línea. Se trató de todo un suceso mediático pues hasta se grabó como iban llegando y la ruta. Allí todos estábamos un poco incrédulos sobre como tantas vacunas llegaban en un contenedor tan pequeño. Se televisó la primera vacuna y las opiniones eran variables.
Las etapas para la vacunación de acuerdo con el Gobierno Federal son las siguientes:
Luego se anunció que seguía la Etapa 2 para el personal médico restante y los adultos mayores de 60 y más. Aquí es donde se desatan una serie de historias.
Está el grupo de personas que, si se quieren vacunar, hicieron el registro correspondiente, llevaron los documentos y acudieron al día de la cita. Las experiencias van desde quien esperó horas en el sol formado (a), l@s que fue muy rápido o incluso aquellos lugares donde no hubo gente y abrieron las puertas para cualquiera que se quisiera vacunar.
Otros, como en el caso de Ecatepec, la gente reclamó al personal médico en el sitio porque no había suficientes vacunas. Cuando la logística dependía del Gobierno Federal y al gobierno local solo le tocaba ayudar y proveer el lugar y otros elementos.
Hay quien no quería vacunarse por miedo a que el gobierno mexicano les inyectara algo diferente a una vacuna. Por otro lado, están los muy arriesgados que fueron a Estados Unidos a vacunarse. Esto por el lento progreso en la segunda etapa de adultos mayores implementada en nuestro país
Incluso hay gente que teniendo la posibilidad no se vacuna.
Aquí algunos de los tipos de vacunas que existen en todo el mundo:
Pfizer-BioNTech: Su aplicación requiere de dos dosis con 21 días de diferencia. Las compañías que la desarrollaron estudian los efectos de una tercera dosis, la cual reforzaría sus efectos contra nuevas variantes.
CanSino: Tiene una eficacia de 65.7 por ciento. Requiere una sola aplicación y alcanza su mayor protección después de 28 días de haberla recibido.
Moderna: Estas vacunas contra Covid-19 requieren de dos dosis aplicadas con 28 días de diferencia. Tienen una eficacia de 92%.
CoronaVac: Su eficacia es cercana al 60%. Ha demostrado ser efectiva contra las variantes de Reino Unido y Sudáfrica. Requiere dos dosis con 28 días de diferencia.
Oxford/AstraZeneca: Requiere de dos dosis administradas con un intervalo de 8 a 12 semanas. Su eficacia es de 63.09%
No hay una verdad absoluta en este sentido, y si tienes oportunidad de que te la apliquen, no lo pienses. Siempre es mejor estar protegido.
Algunos de los efectos secundarios de la vacuna, de acuerdo con testimonios de personas a las que se las han aplicado son: dolor, enrojecimiento e hinchazón en la zona del cuerpo en donde se aplicó la inyección, fatiga, dolor de cabeza, dolor muscular y articular, fiebre leve y escalofríos, náuseas o vómito, y ganglios linfáticos inflamados. Pero nada comparado con que te de covid y se quita en cuestión de días.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, vacunarse tiene ciertas ventajas: Las vacunas contra la COVID-19 protegen contra esta enfermedad porque inducen inmunidad contra el virus SARS-Cov-2 que la causa, es decir, reducen el riesgo de que de este cause síntomas y tenga consecuencias para la salud. La inmunidad, que ayuda a las personas vacunadas a luchar contra este virus en caso de infección, reduce la probabilidad de que lo contagien a otras personas y, por tanto, también protege a estas. Este fenómeno reviste especial importancia porque permite proteger a los grupos que corren más riesgo de presentar síntomas graves de la COVID-19, como los profesionales de la salud, los ancianos y las personas que presentan determinadas enfermedades.
Lo que es verdad es que todos tenemos miedo, después de un año donde las familias se separaron, los comercios y negocios quebraron, hubo muertos, pérdidas económicas y fuimos tremendamente golpeados no solo como país sino como especie ante algo totalmente desconocido.
Cuando ves la filas y filas de familias formándose desde un día antes podrás pensar que son desordenados. Pero antes de emitir cualquier crítica piensa que solo es una forma de asegurar una vacuna. Que independiente de tu condición de salud, de tu lugar de residencia, o de tus posibilidades económicas todos tenemos esa esperanza de que esta pandemia ya acabará.
La esperanza de dejar atrás el miedo a no salir porque nos sabias como era la enfermedad, no sabías como te iba a dar a ti o a alguien de tu familiar.
¿Estamos viendo por fin la luz al final del túnel o el fin de la tormenta? No lo sabemos, no sabemos si ya la libramos o si la siguiente sepa será peor.
Lo que nunca debemos olvidar es a todos aquellos que no sobrevivieron. Todas las lecciones aprendidas. Al personal de salud que trabaja tanto por salvarnos. A los amigos que se alejaron y a los que te ayudaron en tu peor momento de ansiedad.
A tus familiares que estuvieron para ayudarte y los que no les importó. A los que fueron irresponsables y a los que se cuidaron y te cuidaron.
Vacúnate, ayuda a quien no puede acudir a hacerlo. Quizá tus padres tienen a un hijo como tú que los ayuda, pero podría ser que algún vecino o algún tío o tía no lo pueda hacer y tú puedas hacer la diferencia.
Respeta y ten paciencia. Ya casi lo logramos.