Yayoi Kusama

Por: Lety R

Es una de las artistas japonesas vivas más importantes y reconocidas pero no siempre fue así, su vida ha estado llena de altibajos tanto personal como profesionalmente pero ahora con más de 90 años se encuentra en la cima y no ve el retiro como una posibilidad.

Nació en Matsumoto el 22 de marzo de 1929 en una familia conservadora en donde su padre engañaba a su madre y su madre abusaba físicamente de ella lo que la marcó de una manera más profunda de lo que ella percibió en su infancia, etapa donde comenzó a sufrir alucinaciones y pensamientos obsesivos con tendencias suicidas.

Yayoi mostró interés por el arte desde una corta edad y estudió Nihoga, pintura de estilo japonés basada en un aprendizaje rígido que resultó muy conservador para ella; poco a poco fue descubriendo el avant-garde americano y europeo con lo que comenzó a crear obras y pudo exponer en solitario en Matsumoto y Tokio, este moderado éxito la animó a viajar a Estados Unidos, llegó primero a Seattle donde trabajó en la galería de Zoe Dusanne, comerciante, coleccionista y promotora de arte y un año después se mudó a Nueva York.

 Entabló una amistad importante con Georgia O´Keeffe, artista estadounidense conocida por sus pinturas de flores llamada la “Madre del modernismo estadounidense”, y ya en Nueva York se ganó la reputación de líder del movimiento avant-garde, fue muy productiva pero a pesar de que su trabajo era innovador no ganaba dinero con él; era vista como una artista menor por ser mujer y asiática a comparación de sus contemporáneos como Andy Warhol quien tomaba algunas de sus ideas y las presentaba con un rotundo éxito.

 Kusama protestó activamente contra la guerra de Vietnam con happenings en Central Park y en una ocasión envió una carta a Richard Nixon ofreciéndole sexo vigoroso a cambio de terminar la guerra.

 

En 1966 participó en la Bienal de Venecia numero 33 y fue ahí donde se consolidó como una de las mejores artistas con su obra “Jardín de Narcisos” que eran cientos de esferas de espejo en el exterior del recinto, ella en medio con un kimono dorado comenzó a vender cada una de las esferas a 2 dólares hasta que los mismos organizadores la detuvieron.

 

 

 

Después de estas experiencias agridulces regresó a Japón en 1973 a comenzar de nuevo ya que su poca fama no había llegado a su país y su arte era considerada de mal gusto, el tiempo coincide con una recaída en su salud mental lo que a llevó a internarse en el Hospital Seiwa para Enfermos Mentales en donde vive hasta ahora.

 

 

 

Sus tendencias obsesivas han sido clave en la creación de sus obras pictóricas e instalaciones, en donde la repetición de patrones es una de sus firmas más reconocidas, pero también ha escrito novelas, historias cortas y  poesía surrealista.

 

 

Sigue trabajando en su estudio en donde continua creando y fue hasta finales de los ochentas gracias a retrospectivas que su fama cobró una nueva fuerza y fue reconocida como la gran artista que siempre ha sido, actualmente su obra se encuentra en los museos más importantes alrededor del mundo como el Museo de Arte Moderno y Contemporáneo en Nueva York, el Tate Modern en Londres, el Museo Stedelijk en Amsterdam, el Centre Pompidou en París y el Museo Nacional de Arte Moderno en Tokio.

 

 

Fuentes:  https://hotbook.com.mx/yayoi-kusama/

https://es.wikipedia.org/wiki/Yayoi_Kusama#Nueva_York:_1957–1972

https://coolhuntermx.com/yayoi-kusama-en-mexico/

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