Dura Maternidad

Por: Polifacetik Staff

 

Ser mamá no es una decisión fácil. Está llena de ideas casi místicas desde que te casas. Y qué decir de los padres que toman un papel de semental, de proveedor, un rol secundario. Esto sobre todo en una sociedad como la nuestra.

La tele, la sociedad e incluso la propia familia nos muestran una imagen de la maternidad que no tiene mucho que ver o qué no te muestra la realidad de las valientes que decidimos emprender esta aventura.

Si bien te va el embarazo lo vives tranquilo, un poco de pies hinchados, quizá te permitan subir un poco de peso, total te ves linda y la llegada de un bebé “siempre es una bendición”. Te llenan de felicitaciones y todo es regalos y planeación en el mejor de los casos. Nadie te dice del miedo a lo que pueda pasar, a las noches de insomnio, a los achaques, la retención de líquidos, la incertidumbre de que tu bebé esté bien y que tu misma tampoco sufras ningún peligro.

Supongamos que hasta el nacimiento todo va bien. Salvo la parte del parto o la cesárea que nadie te dice o todas te dicen tantas cosas diferentes que no sabes a quien creerle. Pero ya lo lograste. En el hospital tenías enfermeras, parientes, visita y tu esposo pidió los días para estar atentos a ti y el nuevo bebé. Ahora estás en casa, sin enfermeras y quizá tú esposo también ya volvió a su trabajo...comienza la aventura.

Tú, tú cuerpo que con un poco de suerte se ha ido recuperando, muchas veces pues eso tampoco sucede, allí estás con tu cuerpo y aprendiendo de la práctica real.

Te seguirán diciendo que lo mejor que le puede pasar a una mujer es ser madre y tú desesperada intentando sobrevivir y entender que pasa con esa pequeña persona que llora, que amas con todo tu corazón pero que también te desespera y te cansa.

Allí es cuando no te atreves a decirlo, lo piensas, pero no debes expresarlo: esto de ser mamá no está fácil, no me gusta, estoy harta y cansada. NO TE PREOCUPES no te sientas culpable. Seguro más de una piensa lo mismo, pero tampoco lo dice por lo que ya hemos dicho. Además, imagínate la cara de quien te imagines cuando le expreses eso. No estás para que nadie te juzgue ni te critique.

Hoy cada vez hay menos tabúes y menos silencios sobre el rol de ser madre. Aquí algunos tips que te pueden ayudar:

1. Hay que mantener la calma no hay madre perfecta y no hay que seguir los roles impuestos por la sociedad para eso. Si somos felices se reflejará en nuestros hijxs.

2. No te pierdas a ti misma. Se que es difícil acostumbrarse a un recién nacido y más si tienes más hijxs pero debes hacer yoga, hacer ejercicio, tomarte un café, un largo baño, o salir a correr aunque sea media hora. Si tú estás bien se refleja. No pierdas contacto con tus amigas sin hijos, date una escapada, también se vale.

3. Pide ayuda y delega. Esta es una parte difícil pues también por rol social los hombres tienden a no involucrarse. Levanta la mano, insiste, porque si no te verás atrapada y te sentirás ahogada. Si no hay pareja siempre está la madre, la amiga o la hermana. Se vale pedirlo.

4. Únete a grupos de mamas donde se compartan experiencias y tips, no es que sean grupos de quejas pero te ayuda mucho convivir con mujeres que están pasando por lo mismo.

5. Sigue teniendo momentos y experiencias en pareja, no lo (la) dejes de un lado. Es parte de subirse al barco juntos.

Recuérdalo siempre, no tienes que ser siempre la madre perfecta, también se vale querer descansar y gritar que estás harta, como todo en la vida es parte de la adaptación a algo que es diferente.

 

 

 

 

 

Referencias

https://www.guiainfantil.com

www.bebesymas.com