En nuestro país la maternidad es una cuestión que sigue siendo calificada como una bendición, la etapa más hermosa de las mujeres, o una forma de justificar los errores maternales.
¿De dónde viene esta ideología de santificación de la maternidad? Según el dogma o creencia católica: en palabras sencillas, un embarazo sin tener relaciones sexuales. Se consideraba pura, limpia y sin mancha o pecado.No se trata de cuestionar la verdad o no de esta teoría, pero de allí viene uno de los más antiguos antecedentes de la idea permeada por qué las madres deben ser sacrificadas y aguantar lo que sea por sus hijos e hijas.
Inconscientemente se espera que sacrifiquen su tiempo, ambiciones, sueño y hasta sentido de identidad por el propósito mayor que es criar a otro ser. Biología simplista que les da derecho a opinar, e incluso legislar sobre un cuerpo ajeno.